1.- Universalmente está claro que la carne es la carne, que proviene de un animal: porque tras la matanza de un animal (sea el que sea: cerdo, pollo, vaca, caballo, pavo, avestruz...) no se realiza una transmutación milagrosa que convierte su carne animal en una legumbre. (Fin de la ironía)
A no ser, claro, que lo que estamos comiendo como carne, sea en realidad una sustancia modificada artificial (e industrialmente) y en la que se le endosa soja para reducir costes. Creemos estar comiendo carne y estamos comiendo otra cosa. Y en términos económicos: pagamos por la proteína de una legumbre el precio de la proteína de una carne.
2.- Universalmente está claro que el chocolate es chocolate y proviene de un vegetal determinado: el cacao.
Ni mayas ni aztecas cultivaban Soja en mesoamérica: culturas básicamente estructuradas en torno al maíz y al cacao. Por lo que si quiero tomar cacao (o chocolate) no tengo porqué encontrarme como ingrediente de nuevo una legumbre (en el 99% de los casos de origen transgénico!) y que encima tenga que aceptarlo como "correcto".
Hablando con propiedad y en términos estadísticos: es la práctica más extendida entre la industria del chocolate. Por lo tanto es "la norma", "lo normal". Pero aceptemos que "lo habitual" NO es "lo natural". El cacao es cacao. El chocolate es chocolate, con sus emulgentes naturales y que le son propios.
3. - Universalmente está aceptado que en la dieta mediterránea la Soja ha brillado por su ausencia durante milenios: no he leído el caso de galeones romanos hundidos y llenos de ánforas repletas de soja.
De forma que -por citar sólo un ejemplo-: ¿a cuento de qué el PAN -alimento básico de nuestra dieta- ha dejado la harina de trigo, de maíz o de centeno para introducirnos la soja sin advertirnos ni prevenirnos?
4.- Este NO es un blog ANTI-SOJA. No tengo nada en contra de la soja, ni de sus efectos sobre el organismo, ni sobre los beneficios que puede aportar a quienes la consumen. Si alguien ha llegado hasta aquí y cree que esto es el RINCON ANTISOJA, se equivoca de lugar.
Dicho esto sí que estoy en contra de que se me OBLIGUE sin derecho a consultarlo a consumir soja de forma inadvertida como ingrediente invisible en centenares de productos alimenticios.
Porque ES MI DERECHO no sólo como ciudadana (que eso a las empresas les importa bien poco) sino también como CONSUMIDORA a poder decidir si quiero comprar un producto CON SOJA o SIN SOJA. Y también es mi DERECHO a una vida SANA y SIN RIESGOS poder consumir productos a granel (de los que no puedo ver su etiquetado ni sus ingredientes) sin sufrir las consecuencias de una crisis alérgica.
5.- Hace casi 3 días que arrastro una crisis alérgica alimenticia (por soja) de origen desconocido: no sé qué he comido que llevaba la dosis de soja tan alta que ha provocado esta reacción. Así que medicándome con cortisona y antihistamínicos. 3 días con molestias físicas que afectan mi vida cotidiana: dormir, comer, respirar, trabajar, leer, descansar, conducir, concentrarme, encontrarme con amigos y familiares.
Así que, vale, admito que el sistema es una mierda y que seguirá afectándome porque es barato producir alimentos que contengan soja. Pero que a nadie se le ocurra cuestionar mi derecho a replicar, mi derecho a decir en voz bien alta y clara que me toca los cojones que jueguen con MI salud.
6. Y mientras pueda seguiré listando en este blog lo que me plazca... para que, si alguien que lo necesite llegue hasta aquí pueda encontrar información útil.
A todos los alérgicos y a los padres y madres de niños/as alérgicos a la soja que me habéis escrito: es en vosotros en quienes también pensaba al empezar esta enorme lista.
Suerte a todos y, ahora sí, hasta Septiembre.
hola:
ResponderEliminar¿cuantos somos?
¿que tanto por ciento de personas alérgicas a esta planta venenosa hay?