miércoles, 1 de junio de 2011

El artículo inspiracional de este blog...

La alergia a las leguminosas aparece normalmente en la infancia y en el caso de la soja persiste con la edad. La edad media a la cual se manifiesta este tipo de alergia suele ser alrededor de los tres meses de vida-aproximadamente del 30-40% de bebés alérgicos a la proteína de la leche de vaca también lo son a la proteína de las leches infantiles elaboradas con la soja-, mientras que en los adultos resulta rara aunque también la pueden sufrir. (No por el hecho de ser raros los casos no existimos). La mayoría de los alérgenos de las leguminosa son proteínas usadas por la semilla como reserva para la germinación y el desarrollo.La soja presenta un alérgeno muy parecido al de los ácaros del polvo, aunque no se sabe si existe una relación entre ambas alergias. (Doy fe que también le tengo alergia a los ácaros del polvo) Actualmente esta leguminosa es la principal causa de alergia en la dieta norteamericana; tanto por su consumo directo como por la proliferación de los productos que la contienen. Tan es así, que los pronósticos en este tipo de alergia auguran un aumento de padecer la misma debido a la agresiva promoción de esta leguminosa, así como a una creciente inclusión de la soja en alimentos y bebidas. Y ello, porque la proteína de soja es considerada un componente alimentario muy valioso y nutritivo (Y ESCANDALOSAMENTE BARATO), que es usado en la elaboración de helados, zumos de frutas, productos de pastelería, sopas, dulces, pasta italiana, tofu, salchichas y hamburguesas (conocidas como carne artificial), etc.

También es posible encontrar en el mercado productos elaborados sólo a base de soja, dentro de éstos podemos incluir la harina, la leche y el aceite de soja. (Aquí no hay peligro...). Hoy en día resulta difícil evitarla a ella y sus derivados a menos que leamos muy bien las etiquetas de los alimentos que compremos y los elijamos simples y naturales en vez de procesados, ya que la proteína de soja es a menudo un ingrediente oculto en alimentos preparados (y en cosméticos y jabones). Así que para asegurar una primera fase que evitamos alimentos que contienen soja hay que leer las etiquetas:

Contendrán soja los alimentos que especifiquen en sus etiquetas alguna de las siguientes leyendas:

- Brotes de soja.
- Lecitina de soja.
- Sémola de soja.
- Leche de soja.
- Aceite de soja.
- Salsa de soja.
- Harina de soja.
- Queso de soja.
- Proteínas de soja hidrolizada.
- Concentrados de proteína de soja.
- Aislados de proteína de soja.
- Nueces de soja.
- Frijoles de soja.
- Yogur de soja.
- Tofú.
- Kyodufu (tofu liofilizado).
- Akara (alimento hecho con varias semillas).
- Edamame (soja en vaina).
- Glycine max. (soja).
- Glutamato monosódico (MSG).
- Monodiglicerido.
- Miso.
- Natto (pasta de soja fermentada).
- Okara (pulpa de soja).
- Salsa Shoyu.
- Tamari (gránulos de soja).
- Tempe (pasta de soja fermentada).
- Proteína vegetal texturizada (TVP).
- Yuba (alimento asiático a base de soja).


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